viernes, 27 de febrero de 2009

Ramón y sus días malos

Sentado en el sofá, Ramón esperaba que los recuerdos se conviertan en mariposas y recorran la sala y se vuelquen a la ventana, a la realidad, y desaparezcan de su vista, se sus recuerdos. Y mantiene la vista pegada en cualquier ente que se mueva o pretenda moverse, piensa en cualquier cosa, que lo haga sentir fuera de este mundo.
Y calienta el asiento, trata de calentar su cerebro. Mal día, piensa Ramón, mal días, cuando los problemas son del corazón matan tremendamente, deshumanizan. Ahora Ramón se inquieta más sólo piensa en lo que no quiere, y el corazón le apretuja el pecho, le aprieta el alma.
Y solo pienso en arrebatarme esta pena, de dejar este lugar y morir sin morir. Vivir de nuevo, sentir que mi soledad y yo podemos lograr grandes cosas. Pero la cabeza me quema, de dolor tal vez o simplemente es el recuerdo que no quiere morir.
Ramón intenta cerciorarse que ya tuvo demasiado por hoy. Se acuesta, sabe que no podrá dormir, pero se aferra a la idea de que al siguiente día recordará menos, y al día siguiente menos, y así...

jueves, 26 de febrero de 2009

TV. Triangular

Prescott vs. Hutton. Tal vez no se hayan cruzado jamás en el ring, pero en mi tv. triangular todo puede pasar. El colombiano (de pantaloncillos negros y azules, y la tremenda bandera amarilla, azul y roja que luce en la parte delantera de sus cortos) se mueve con fiereza, tratando de confundir al inglés (con sus cortos brillantes, su apellido en perlas) controla la pelea con fuertes snaps y tremendos cruzados que aturden al contrincante, arbitro y fanáticos de los guantes de colores.

A mis hermanos no les agrada el box. Yo tengo una caja con los mejores nombres del box, una caja que mis hermanos han degradado completamente. Descansa en lo más profundo de mi cuarto y la saco cada vez que pelean unos grandes del deporte.

El 14avo asalto comienza y se detiene el cronómetro dentro de la Tv. Triangular. Comienzo a guardar los nombres y la caja queda sellada nuevamente.

Knock Out de Hutton!!!! Las esperanzas latinoamericanas quedan nuevamente desechas. Viejo, ya puedes ver televisión.

lunes, 23 de febrero de 2009

Todo apartir de un Champion

La cajetilla de Champion está a la mitad desde que la comencé en la mañana. Nunca había escuchado esa marca: Champion. Me suena más a zapatillas o pelotas, pero nunca en la mente la hubiera relacionada con un cigarrillo.
Pero ahora no me relaciono con este nombre en particular. Campeón... No tengo nada de campeón ahora, sentado en el sofá, viendo el humo desaparecer y esparcirse en el aire. Tratando que de a pocos me vuelva tan etéreo con este humo blanco y pálido, salir volando por entre las ventanas y confundirme con lo extraño de esta ciudad. Y pasar desapercibido.
Amor, tremenda hipocrecía, supuestamente debería estar con los ojos cristalinos, con las mariposas en el estómago. Ahora solo tengo un par de ojos lagrimosos y cuchillos en la panza esperando que me corten hasta el alma.
Amor, tremenda hipocrecía, un da todo y pierde o muere en el intento. ¿Cuándo vendrá mi pedido del corazón a prueba de balas? Tal vez es demasiado tarde, pero un error así no se puede repetir, o mi cabeza explotará sin sentido.
Espero que estés feliz. Yo no lo estoy... y un champion más...

viernes, 20 de febrero de 2009

A prueba de balas.

Busco un corazón a prueba de balas, que reciba con maestría los mejores golpes y no sufra después de unos minutos. Quiero un corazón que se ría de todo, que vaya y vuelva sin sentir el menor remordimiento. Que venga incorporado con su chaleco antibalas, con su casco policial y con su SOAT, con su seguro incondicional para cualquier situación peligrosa.

Que tenga años de experiencia, que no se rinda a la menor sonrisa, al polifacético te amo, a un abrazo de lástima, a una mirada hipócrita, a un beso sin sentido. Que sepa todo sobre la inteligencia emocional, que piense y sienta mejor que yo, que cada cuchillo rebote en su pecho y siga viviendo como si ayer le hubiera pasado la mejor de las maravillas.

Busco un corazón que no sufra, que no se muera al irse el gran amor.

martes, 17 de febrero de 2009

Cuando todo se vuelve onírico

Escribiré en un rincón y delinearé las formas con crayones, para no perder mi camino pueril. La música latente entra por mis oídos y se deposita en mi corazón; luego, como por cosas de la gravedad o simplemente de la tristeza, correrán por mis venas, subirán, desde mi pecho, el cuello, mi rostro, hasta mis ojos. Saldrán convertidas en lágrimas y el gran espacio vacío a mi alrededor me dará la razón.

Comeré para saciar el vacío de mi estómago, tal vez llene el vacío al lado del sillón. Veré televisión para saber si tanta trivialidad me hace sentir igual a los demás. Jugaré con el silencio, esperando que diga algo, un susurro y convertirme realmente en su amigo. Me esconderé en el baño y me mojaré la cara llena de pelusas y manchas rojas.

Me asomaré por la ventana y aullaré con los demás perros, para convertirme en uno más, un solitario innato. Me protegeré debajo de mis frazadas, acurrucado en mis almohadas al menor ruido fantasmal y extraño. Me soñaré en un gran campo y en el cielo sólo podré ver tus ojos y por un momento sabré que el sueño fue bueno.

viernes, 13 de febrero de 2009

Apenas tendré tiempo para verte

Deja de picarme los ojos, no entiende Elizabeth que tiene la manía de picarme los ojos mientras me me susurra al oído una canción de cuna. La pantalla se levanta ante nuestros ojos lejanos, pero siempre estamos con los juegos de manos, con los dedos moviéndose intempestivamente. Solo basta un hola, un zumbido extraño que contrae cualquier oído, y nuestra conversación comienza.
Y parece querer comerme con las palabras, maltratarme con esos gestos que apenas percibo a través del cristal. Solo conozco de ella su cabello largo y onduleante, su nombre y la manera como conecta las palabras en esta relación sin ningún tipo de ataduras o contratos. Un hola innecesario o una despedida sin sentido. Todo se mueve a partir de eso.
Todo queda en blanco, tal vez signifique un te veo después o estoy ocupada hablando con alguien más interesante, no sé, tampoco sé si me interesa, lo único que sé es que al día siguiente hablaremos como siempre, dejando atrás historias que nunca tuvimos ni que nunca tendremos. Nombres que van y vienen, nombres que no tienen significado... ¡Ramón!, y su dedo en mi ojo.

martes, 10 de febrero de 2009

Diario de un enfermo

Se me cae todo, hasta las ganas de ver el techo raso, el sol en forma de florescente pegado en ese techo rajado y blanco. Las estrellas, minúsculos puntos movedizos, se posan en mi nariz y hacen un ruido extraño, las boto y luego el zum, las boto y zum...

Imaginarme que me duele todo es absurdo, pero justamente es a mí quien le duele todo, las uñas, el pelo, las cejas la manzana de adán. Las pocas fuerzas que me quedan las guardo para escribir las líneas que seguramente me acompañarán en estas últimas semanas. Voy al baño de tanto en tanto, veo crecer cosas en mi cuerpo, veo alejarse el suspiro de mi cuerpo y escucho menos el ring ring del teléfono con tu voz para darme aliento, para decirme "ya estoy yendo a visitarte", y noto como te espero menos, sentando en el borde de la cama, con tu libro de cuentos preferido.

Y los recuerdos de como te hacía el amor también van desapareciendo, el olor incrustado en tu cuello y detrás de tus orejas toman la forma de suero y sueños. Todo va perdiendo forma. Quisiera perder todo, lo único que no quiero dejar ir, y siento que se va a pesar de no quererlo, es la esperanza de ese último beso tuyo.

jueves, 5 de febrero de 2009

Técnicas para gritar.

Antes de comenzar cualquier tentativa en el magnífico y exquisito artes de gritar, primero debemos tener conocimientos básicos:

1. Debes tener un genio de mierda. Que todo te sea suceptible, que todo rostro y acción sea acto deplorable que deseas gran putear con ganas. Si eres de los apacibles, sólo piensa en todo lo que odias y sigue los pasos que vendrán después.

2. La voz debe ser fuerte, debe tener la capacidad de intimidar, quebrar, dejar callado a más hablador. La voz debe ser ronca, de preferencia grave. Si no la tienes, comienza a chelear y a fumar harto Montana de 0.10 céntimos.

3. La característica más importante: habilidad para sorprender. Poder pasar de un angelito a la perra más jodida del mundo en segundos y sin sobresaltos.

Ya sabidos los requerimientos sustanciales para las técnicas para gritar comenzamos con las instrucciones:

- Tener en mente la idea jodida que te hace molestar, o simplemente, si tienes la primera condición innata, mira algo a tu alrededor.

- Cuando quieras explotar acuerdate de la cara: arrugala lo más que puedas, recuerda apretar los párpados para dar un efecto de impotencia, de ira incontenible, o abrir en demasía los ojos para mostrar los ojos desorbitantes. Abre la boca, bota un poco de baba antes de dar el primer grito.

- La primera bocanada de ruido debe ser potente, acompañado de un rocío salival, capaz de sorprender a cualquiera. Utiliza malas palabras, adjetivos indecorosos o seres mitológicos que perturben aún más. Luego di cualquier estupidez que demuestre insanía.

- Finalmente botar la calentura que quede por la nariz en forma de vapor, tipo el toro.

Espero que las técnicas de como gritar hayan sido de su agrado.