lunes, 31 de agosto de 2009

Malas noches

Hoy fue una de esas noches donde no quieres que se acabe el mundo; que te grite en silencio que ya se terminó, que debes salir del pasillo y dejarla, que vuelva a su vida normal, con sus amores, problemas y pesares, dejarla con su sueño eterno de ser feliz.

Hoy fue uno de esos días donde la luna apareció para mentirme; para jugar con mis sentimientos y mostrármela a ella, muy cerca, sonriente, alegre. Mostrármela con esa sonrisa presta a mirarme, con esa mirada dispuesta a decirme un hola, con esos labios dispuestos a decir adiós cuando todo haya terminado.

Hoy fue una de esas noches donde quedaré, de nuevo, en incertidumbre; donde la cama y almohada serán mis preciosos amigos, los que escucharán mis tristes pesares de amor.

Hoy fue una de esa malas noches donde te tuve cerca y, mientras más te acercabas, más cuenta me daba que no eras mía.

domingo, 30 de agosto de 2009

Poemetría: Verbos con delicadeza

No quiero perderme en el sin fin de tus palabras. Quiero perderme en la incertidumbre de tu mirada, en lo apacible de tu sonrisa, en lo infantil de tus juegos. Quiero verte sin que te des cuenta, que no te intimiden mis pequeños ojos. Quisiera hacerte reír a lo natural, sin presiones ni olvidos.
Deseo estrecharte la mano sin nerviosismos, posarme en tu bolsillo sin ser una carga, un estorbo. Necesito saber cuánto es la raiz cuadrada de tus pensamientos. Calcular que el resultado soy yo, presente en tu block de notas, perdido entre un dos mal dibujado.
Quiero perderme en el sin fin de tus recuerdos, en el eterno confort de tu indiferencia. Quiero sentirme vivo en tu rostro viendo el horizonte, en tu voz cargada de fuerza.
Necesito ser ese beso que no olvidarás, ese poema que tendrás escondido en alguna parte de tu piel.

jueves, 27 de agosto de 2009

Poemetría: No me canso

Nunca me canso de poner un suspiro más a los miles que tengo en el estante.
No me canso de ver el silencio posarse en tus labios, perderse en tu sonrisa, confesarse en tu mirada.
No olvido tener que decir tu nombre cada vez que te veo,
no poder despegarlo de mis pensamientos, de mis tormentosas ganas de volver y volver.
No me canso de pegarme al rostro la sonrisa más aceptable que tengo.
No desisto de ver mi nombre pegado en tu pecho, tus manos incrustadas en las mías.
No sueño contigo en la lejanía, sino en el ocaso, en el cercano amanecer.
No me miento al soñarte mía, no susurro tu nombre a la flor amarilla.

No me canso nunca de escribirte versos. No me canso nunca me mirarte a los lejos.

Me canso de esperar tu espera, de suplicarte un beso

Búsqueda

Mis pasos iban siendo absorbidos por el silencio. Me detuve, impávido, etéreo en aquella calle eterna y disuasiva. Cuánto, digo sin moverme, todavía mirando hacia el horizonte, sin darle la cara a mi interlocutor. 50 soles, me responde la voz sucia y seductora, acallada por el viento que manotea nuestros cuerpos. La miro y ella comienza la marcha, que la siento fúnebre o inconexa con el ambiente; la veo andar adelante mío con una danza erótica, con ese contorneo exhausto y maléfico, tenebroso. La quinta aparece ante mí; varias puertas me hacen recordar un sueño perdido, lanzado al tacho. Abre una puerta con un crujir olvidado que nos da la bienvenida; unas luces bajas nos acompañan en el silencio, en los tacos acercarse a la cama, en el suspiro eterno de aquella mujer. Cierro la puerta y ella ya está desnuda, esperándome en el lecho sexual, las piernas botadas a lo largo, las manos jugando con la almohada. Me desnudo, me hecho a su lado, ella se sorprende, la miro a los ojos, le suplico, abro la boca con temor, le toco las manos.

- Ámame...

miércoles, 26 de agosto de 2009

Ramón y sus debacles

Cuando Ramón aparece tras bambalinas siente la incontrolable necesidad de agarrarse de algo, o de sostenerlo, pensando de que le caerá encima, de que perderá el conocimiento y estará nuevamente en ridículo. Bueno, pensar que esto no le sucede con cotidianidad es un absurdo: le sucede todos los días.

Y es que todos los días busca esconderse de lo que siente. Se apretuja contra la silla y se deja llevar por los sentimientos satíricos e idealistas; vuelve a agarrarse de cualquier cosa cerca (incluso de alguna compañera cercana) y espera, valiente, que todo le caiga encima... paf, auch... se acabó.

Más difícil es cuando ella te mira y tu vuelvas al ridículo. Mañana pasará, digo; pero Ramón sabe que no, que mañana será aún más jodido... y que al final de la noche todo caerá y caerá. Como siempre.

martes, 25 de agosto de 2009

Consideraciones y brevedades Nº8

No me queda más que mirarte a lo lejos, de encontrar un espacio donde pueda mirarte a lo lejos y dejar de suspirar. Unos minutos donde pueda guardarte hasta mañana.

domingo, 23 de agosto de 2009

Póker

Ramón: Señores, sírvanse las cartas
Julio C: Mmm...
Jorge Luis B: Las cartas no me dan augurio de victoria. Me retiro.
Julio R.R: Sigo...
Luisito H: Sigo...
Julio C: Veo cartas...
Ramón: ¡Cartas a la mesas!

(...)

Julio C: Mmm...
Jorge Luis B: Futuro incierto, ser maléfico que engendra oscuridad a mis pasos (hubiera ganado esta mano.
Julio R.R: Apuesto un par de merengues; sigo..
Luisito H: Sigo...
Ramón: Las últimas cartas a la mesa.

(...)

Julio C: Mmm... Como siempre, lo fácil se vuelve complicado en mi contra. Me voy.
Jorge Luis B: Qué destinos para más disparejos Julio C.
Julio R.R: Un merengue más a que tengo una mano mejor -y muestra el full house.
Luisito H: Sigo -mostrando el póquer de ases.
Ramón: Tenemos un ganador!
Julio R.R: Pero, ¡esto es trampa!

En la mano de Luisito H, pintados con crayones de colores, sobre unas hojas mal cortadas, l0s 4 ases hacían de cartas ganadoras. Todos se fueron rebuznando. Luisito H cogió los merengues y siguió escribiendo un par de poemas más.

sábado, 22 de agosto de 2009

Tu chanson d'amour

Tuve que encontrarte en el Ulises. Con la cerveza en la mesa, aparentando tomarla, sin saber que sé perfectamente que sólo pides aquel vaso con el fin de darle un colorido distinto a la mesa, a tu sin sabor. Te encuentro en el bar Ulises sin saber que te vería jugando con las palabras, cazándolas en el aire con esa pequeña red que guardas en el bolsillo de la camisa. Me ves, suspiras; la mueca, el rictus en tu cara cambia con facilidad.

Tuviste que darme ese poema. El poema que venía buscando hace mucho; sabías que con ese poema se terminaría el círculo, que de una vez y para siempre la mierda sería por fin tapada por la arena. Sabias que necesitaba de este último aliento para alejarlo completamente; que, al momento de leerlo y no sentir nada más que ganas de dedicárselo a otra persona, sería libre de nuevo.

Gracias Luisito... ahora sí podré dejarte en paz. Te dejaré seguir cazando palabras en el bar Ulises.

Lo mejor que siempre
me sucedió
fue haberte conocido.

Lo único que me sucedió
fue conocerte
lo mejor que me sucedió
yo lo recuerdo
con melancolía
francamente extraordinaria
junto a las casetas
al borde del mar
This fanny book
resambles
many diferentes
places of my life
lo mejor que me
sucedió fue el
conocerte
lo único que me
sucedió.
-----------------------------------------------------
Lo encontré escondido en un teatrillo surrealista... en un lugar que así mismo se dice el Averno.

Post Scriptum

Déjame entrar en tus recuerdos
esos que aparecen
antes de dormir
Esos que
espero
te hagan sonreír.

viernes, 21 de agosto de 2009

Adiós

Dime que te vas.
Dime que no regresas
Dame un adiós

No, sólo dime que no regresas
para esperarte
sin decirte adiós.

jueves, 20 de agosto de 2009

En otros labios

La mejor manera de decirte adiós es un gran adiós; o un chau, ese que te escribo mientras espero las últimas letras aparecer en la pantalla. Me imagino tu preciosa sonrisa diciendo la mejor manera de decirme adiós y mi secuencia de 0 y 1 se apaga al instante. Me tienes en un limbo, de esos que por un momento pienso puedo hacerte sentir algo más que un incipiente roce de labios; por otro, me quedo confuso e inservible, inhumano, ser imaginario, que solo sirve para parlotear y chacharear.

Del otro lado te veo como esa noche. Del otro lado te veo sonriendo, viendo desde abajo y yo desde arriba y temblando. Te veo del otro lado con esa sonrisa que se mostraba sin resentimientos, contra mi sonrisa chueca que se esconde, que no quiere mostrar más. Hasta ahora no quiere mostrar más, pues el tuyo está en otros labios, y éstos esperan con ansias los tuyos, en un encuentro prolongado, eterno, que no nos deje respirar; que no te deje huir.

martes, 18 de agosto de 2009

Te veo partir

Dímelo con sonrisas. Te miro con impaciencia, entre las cabezas enterradas justo delante tuyo y mío; te miro a los ojos lejanos y me respondes con miradas se soslayo, de esas que preocupan, mienten o sonrojan. A mí me sonrojan, porque me quedas mirando y no sé qué hacer, si seguir mirándote o quedar perplejo por siempre. A mí me mienten porque sé que esa mirada no es para mí, que sólo será un momento y luego serán de otro. A mí me preocupa porque poco a poco estoy volviendo a caer.

Y me lo dices con sonrisas, esa que mira con inquietud, que sólo a mí me destruye y paf, otro Ramón temblequeante en la silla, mientras tú te paseas a mi alrededor y me cuentas hasta 10, y yo cierro los ojos para encontrarte en mis pensamiento. Lo peor es que si estás... está ahí.

Tienes frío y quiero abrigarte, tienes hambre y quiero cantarte, tienes calor y quiero inquietarte. Estás ahí y quiero decirte que no aguanto escribir tonterías si no sabes que son para ti; decirte que cada momento deseo olvidarte y tenerte como una foto en el baúl de los recuerdo. Lo único que puedo hacer por el momento es escuchar tu adiós, que se acerca y me da un beso. Adiós, acompañado con el viento en un susurro hacia mis oídos.

Y te veo partir.

domingo, 16 de agosto de 2009

Blues

Apártate de mi camino... sí, no dejes que yo te perturbe. Sólo vete y ya, olvida la conversación, esa noche en que vi tus ojos y me sonreías de esa forma en la que siempre sueño. ¿Por qué tienen que gustarme chicas con sonrisas de ensueño, de esas que ya no puedes sacártelas de la cabeza? Las sonrisas se van, vuelan (me he dado cuenta de aquella preciosa habilidad) y se olvidan... ¡Paf!, como las gotas temblequeantes.

No te acerques, aléjate de mí, será lo mejor. No querrás verme sufriendo, o sintiendo que sufro. Mejor para ti: "ojos que no ven"... aunque mejor para mí. Pensarte que me piensas sufriendo puede ser lo mejor para tu ego. Aunque preferiría tomar un café y esperar a que tu sonrisa me dé la razón: que yo soy el que la cuidará mejor, el que haré que sonría por siempre y no tengas escusa para guardarla.

Ahora el blues acaba y con ello el parloteo futil.

jueves, 13 de agosto de 2009

Banda sonora de mi vida: Ojalá que estuvieses aquí, como antes

Así que, así que crees que puedes distinguir el paraíso del infierno,
cielos azules del dolor
¿Puedes distinguir un campo verde de un frío raíl de acero? Una sonrisa
de un cumplido,
¿Crees que puedes distinguir?

Y ¿Consiguieron transformar tus miedos por falsas sonrisas? ¿Mentiras
por besos sin calor?
¿Noches perfectas por mentiras endulzadas? ¿Frío que conforta por un calor asqueroso?
¿Y canjeastes dejar atrás recuerdos gigantes por un presente conflictivo?

Como desearía, Como desearía que estuvieses aquí.
Somos solo dos almas perdidas, nadando en una pecera, año tras año
Corriendo sobre el mismo viejo suelo. ¿Qué hemos encontrado? Los mismos
viejos miedos
Ojalá estuvieses aquí

lunes, 10 de agosto de 2009

Poemetría: Dime algo desde lejos

Algo que no lleve
un poco de rencor
que sea todo espontáneo
que sólo sea un pedazo
de cielo.

Algo que no hiera
desde lejos
que cuando te mire
lo haga sin sorna
y tú hagas lo
mismo.

Algo que haga
recordar que
dos más dos
es siempre esa pequeña
diferencia que nos mantiene
así
tratando de sobresalir
cada uno por su
lado.

Algo que me haga saber
que tu y yo no somos
nada más que un par
de palitos en la cuenta
regresiva.

domingo, 9 de agosto de 2009

Por la re...saca

Demasiado cansado para decirle que no a la señora. Subí al carro, me despedí de la gente en la puerta de la casa y avanzamos. En el auto dos chicos más, cayéndose de dormidos; yo, mirando la ventana, tratando de no dormir.

La señora hablaba pensando que todos la escuchábamos. "La fiesta salió divertida, gracias por venir a saludar a mi hija por sus 25 años. Estoy seguro que ella está muy agradecida. La fiesta salió muy bonita, todos bailaron y disfrutaron y eso es lo importante mientras cuándo parará la lluvia en mi corazón, cuándo dejará de amarte... Ticking away the moments that make up a dull day... ésta es su radio preferida, la que pone los mejores éxitos del dial.

La ventana no se despegaba de mis ojos. El paisaje urbano se iba dibujando con mayor familiaridad, sube sube, Chorillos, Los Cedros, La curva, baja baja. El micro apareció como llegó el carro de la señora. Demasiado cansado para bajar del micro, pero debí hacerlo para llegar a casa.

viernes, 7 de agosto de 2009

Imposible

Pero imposible dejar en paz a Luisito H., que sostiene su taza de café con leche mientras jugamos a piedra, papel o tijeras. Mi café bien cargado está aún caliente, así que espero a que se enfrié mientras mi mano muestra una piedra; Luis esconde la mano-papel y, piconazo como es, saca del fondo del bolsillo de su bata blanca de médico un plumón y comienza con su letárgico arte de escribir. Aprovecho para tomar el café, ya frío de tanto jugar.

Esta vez regala el escrito al mozo, mientras le decía "caliente el café de mi amigo por favor". Siempre los rostros se mostraban pasmados al recibir los poemas en colores brillantes de Luis y él siempre miraba mi rostro taciturno y reía y volvíamos a jugar, mientras le contaba sobre gatos, tierra, defecaciones y su él. No le gustó la relación, pero le dije "descuida, que sólo cité un poema". Sonrió como diciendo un "más te vale".

Si le contara que profané uno de sus escritos saca el estetoscopio y me lo lanza en la cabeza, para después jugar a revivirme, como siempre.

jueves, 6 de agosto de 2009

Adoptado

Me recogieron cuando iba a comprar el pan. Eran casi las 9 y una pequeña flor amarilla había florecido al lado del camino, muy cerca a la vereda. La olí, supe de su inocencia, de sus locas ganas de vivir; la coloqué muy cerca a un jardín. Mientras la enterrada con delicadeza apareció Suelen, pequeña como era, con la mirada fija en los ojos y la mueca siempre hacia abajo, que no expresaba ni tristeza ni alegría. Me agarró y me llevó a su casa. Desde ese momento me adoptó.

(primer párrafo de uno de mis tantos proyectos)

miércoles, 5 de agosto de 2009

Ramon dixit

...y tú déjame en paz.

otro ¡paf!

se acabó.

Tierra en la cara

Siempre me he sorprendido al ver un gatito echándole tierrita a su mierda. ¡Sí! es muy chistoso ver al gatito (que puede ser un gato feo y flaco) arrastrándole la tierrita a su mierdecita. Como todo, este suceso me trae a la mente, nuevamente, el poemita de Luisito: Lo mejor que me sucedió fue haberte conocido.... . Déjame agregarle unas líneas más, Luis (felizmente estás muerto, para que no te vuelvas a morir al ver tremendo cambio): Lo mejor que me sucedió fue haberte conocido, perdido, olvidado y desechado; como la tierrita en la mierda.
Pero el gato sólo puede desenvolverse de esa manera... es algo natural al momento de tener una mierdecita adelante; lo hace por instinto. Así que uno ya sabe cuando un gatito tapa la mierda con la tierrita. Lamentablemente algunas veces uno se da cuenta cuando soltará la mierdecita. Pero bueno, más vale tarde que nunca.
Así que, si te desenvuelves de la forma que quieres y se desenvuelve de la forma que quiere, estoy seguro que alguna vez la tierrita y la mierda aparecerán, pues algunas respuestas de verdad son tremendas mierdas que no las tapan ni la mayor cantidad de tierra y menos un gato capaz de mover toda esa tierra. Entonces la mierda queda ahí, con mosquitas y todo, y se vuelve una tremenda tira cómica, de esas que no hacen llorar, sino reír; pero con una risa estruendosa, esa con voz y cuerpo, esas que el tiempo sabe controlar.
Sólo queda decir que hay una mierda bien enterrada bajo tierra, allí donde hay tierra subsuélica, ésa que sabe a petróleo, a minerales, a fósiles prehistóricos; la mierdecita descansa en el fondo hace mucho. Como para decir ¡plaf!... se acabó.

martes, 4 de agosto de 2009

Cortázar dixit.

Julio, nunca sabré si estas líneas serán ese pedazo de patada en el trasero que me haga olvidar consejos dolorosos y fuertes, que me hagan olvidar sillones toscos y miradas vacías. No sé si estas líneas me llevarán por caminos flexibles y amenos, o por duros y tristes:
"En realidad las cosas verdaderamente difíciles son otras distintas, todo lo que la gente cree poder hacer cada momento. Mirar, po ejemplo, o comprender a un cerdo o a un gato. Esas son las dificultades, las grandes dificultades".
Vivir con la mirada de un niño es jodido, Julio; pero al parecer supiste vivir con ello. Sólo espero yo poder convivir con ello.

Estruendos

Dime que nos veremos el sábado. Dímelo. Pero no lo digas con esa cara, dímelo con seriedad, con presteza, con ganas. Pero dímelo con intención de verme ese sábado, no de volada, no con ganas de terminar con esa escena, no con ganas de mandar todo a la mierda, tú que eres especialista en correrte de las situaciones difícil sólo con un: "nos vemos el sábado.
Y lo dices, con esa cara de mosca muerta. Te me caíste de cara y borraste el último recuerdo que quedó de todo.
Ahora miente que el sábado no puedes. Mienteme sobre el tiempo, explícame, oh conocedora del espacio y tiempo, que este último es cruel, que te amarra, que no te suelta, que no te deja desenvolverte como quisieras, que te seduce, te lleva a otros lados, a otras camas y te hace fingir el mismo gemido que conocí en cuartos pequeños y tristemente mentirosos, pertenecientes a un sueño. Miénteme que no podrás este sábado que cambiarás de voz, de cuerpo, de estruendo.