lunes, 5 de noviembre de 2012

Perro

Un poco loco para dejarse llevar por el pescuezo, ¿no?, y luego de algunos minutos mover la cola desesperadamente a la misma persona, ahora acariciándote el lomo, aguantándote las ganas para no ladrarle, morderle las pantorrillas hasta que llore de dolor. Un poco loco no cogerle la pierna y lograr una pequeña hemorragia. No, tan demente no es. Naturaleza le llaman. Otros, instinto.

Si es la naturaleza o el instinto, éste no deja de mover mi cola y yo de sacar la lengua mientras el tipo parado frente a mi deja de sonreírme, sentado en su largo y delicioso sofá, que me ha prohibido disfrutar tantas veces con golpes de sus zapatos o nuevamente cogiendo mi pescuezo y lanzándome al vacío de la habitación. Es él, quien mira lento con su pestañeo ese cuadrado lleno de colores y sonidos; quien dice cuidarme, alimentarme, amarme. Es él quien todos mis hermanos y congéneres me alientan a proteger hasta la muerte, en esa tentativa llamada fidelidad, mentira abyecta que busca condenarme a látigos constantes, a burlas generalizadas, a sentimientos de fácil olvido por el trabajo, eso llamado amor, o cualquier otro somero e insignificante motivo necesario para cogerme de la cola y hacerme llorar.

Así es pues, he decidido yo cogerle del pescuezo. No es suficiente de la pantorrilla, de la mano tirana que envuelve en dolor en vez de cariño o alimento. Ahora seré yo quien se acerqué con la lengua afuera, con ladridos fuerte pero reconfortantes, con la cola moviéndose de un lado para otro.

La cola ya no se mueve independientemente, es ahora controlada. Ven, amo, ven. Sigue creyendo que estoy feliz.

Juguemos.


martes, 30 de octubre de 2012

Poemetría: Untitled

Tengo mariposas en los bolsillos
esperando escapar
darle colores al cielo gris
parloteo confundido con aletazos
de sus frágiles telas tornasoladas
pegadas a su cuerpo pequeño
de metal

Escaparse lejos
donde no existan las palabras
demora, aurora, promesa
no volar sobre flores
sino sobre cabezas desordenadas
posarse eterno en tu nariz
y presenciar el film que se proyectan
desde tus ojos

Y verlas diluirse en el espacio
una, dos, eternas
sin perder una de vista
desde la más pequeña
hasta la inmortal
como el fiel reflejo de este sentimiento

En danzar onírico
en vuelco intermitente
Así siento.

lunes, 30 de julio de 2012

Poemetría: Comprendiendo

A la fecha llevo ya más de 5 inviernos caminando sin pesar
sin sentir culpa por las veces que habrías tropezado
u olvidado la dirección del lejano cono.

Andar sin un solo pensamiento que te invoque
una sonrisa que ya logró la libertad para mostrarse
entre bancos conocidos
lejanas ya matrices incongruentes
y letras tontas, cursivas y cursis

Son ahora tus días iluminados
tus miradas fijas
el caminar atento
insustituible
Casi sin ganas de romper la quietud
sin ganas

Sin embargo
encuentras en el recuerdo la forma perfecta para seguir manteniendo la ilusión
esa que has logrado con esfuerzo
con falsos rezos y lágrimas colocadas

Solo existo para decirte que no soy más aquella sombra que te acompañó en los inviernos
esa sombra que ya feneció
pues solo existen veranos
y me reconforta

jueves, 14 de junio de 2012

14 de mayo.

Hoy se levantó con la pesadez de la muerte. Le venía susurrando desde la antesala al descanso. Se sentía abarrotado de preocupación, triste, como si fuera a dejar este mundo en cualquier momento.Como si al cerrar los ojos soñara por toda la eternidad esos episodios donde volaba, follaba o recorría lugares ya recorridos, conocido personas ya conocidas.

Con miedo cerró los ojos para dormir. Se convenció de la facilidad de la muerte para adentrarse en un ser amodorrado, de la facilidad para sufrir en sueños más que en la realidad. Un privilegio que pocos podrían tener.

Sin embargo hoy se levantó. Abrió los ojos y comprobó los límites de las cosas, las formas de su habitación. Suspiró. Otro día de preocupación.