domingo, 23 de septiembre de 2007

Amigos desconocidos

Aquella tarde-noche, por las calles aún húmedas de Lima, caminaba con mi enamorada de lo más lindo cuando escuché mi nombre de forma repentina: Samith!!!! Era un ex compañera de colegio que no la veía hace mucho tiempo. Estaba muy cambiada (y eso que la vi el año pasado y sí, había cambiado notoriamente). Luego le diría a mi pareja que hubiera sido al revés: que si la hubiera visto, no habría pasado la voz...
En la mañana de un día que no recuerdo, andaba con un compañero de la universidad, buscando información de organizaciones de base; en eso, en la avenida Nicolás de Pierola, vi que se acercaba una compañera de mis ex trabajo en un bar de Miraflores. Cuando estaba a punto de saludarla, ella no me dirigió la palabra (ni siquiera me miró); seguí caminando como si nada hubiera pasado.
Recuerdo cuando ingresé a la universidad, estaba sentado en una de las tantas bancas solitarias, cuando veo pasar a una chica que un tiempo en la academia de preparación universitaria tuvimos una relación un poco extraña, nada profunda, pero muy singular (esa es otra historia). Cuando se cruzó conmigo en la universidad, estaba apunto de saludarla cuando en eso... se pasó de frente. Coincidí nuevamente con ella y nuevamente que no me hizo caso. Tiempo después me daría cuenta de que ella sí me había reconocido, pero no quiso hacérmelo saber. Por qué, no lo sé.
Volviendo de la universidad uno de esas noches de fría gris, tropecé con una amiga del colegio, es una buena amiga que no veía en mucho tiempo, cuando nos chocamos en plena calle estaba a punto de saludarla, cuando en eso me miró me saludó y cuando me iba parar a conversar con ella en la calle, vi que alguien la jalaba, era su enamorado. La vi alejarse, y con ella, una amistad desconocida.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Cuando tu corazón no es tuyo

Sienten en determinada situación (en mi caso es todo el tiempo) que nuestra vida no nos pertenece? Que cada respiro, cada latido de nuestro corazón, cada suspiro, cada palabra, cada gesto es de otra persona? Yo siento que cada fibra de mi ser ya no es identidad de Samith Farach; sentir que vives para alguien más, que sabe todo de ti: tus anhelos, tus sueños, tus temores, tus amores furtivos, tus sentimientos pretéritos, tus sentimientos presentes, etc. etc.
Y es así que uno ya no está triste; sólo cuando tu dulce dueña sufre, uno se vuelve también una nostalgia andante. Tu universo, tu todo está cayéndose, poco a poco. Oh, vida cruel y desgraciada, tentando contra el animismo estupendo y fantástico de mi musa, del amor de mi vida. Es ahí cuando uno trata de entrar y cambiar todo eso. Hacer feliz a mi compañera, para eso estoy, para eso existo, para eso fui creado.
Eres mi todo, sin ti no soy nada. Lo sabe muy bien. Mi corazón late por una persona que me tiene atado a cada uno de sus cabellos. Ya sé por qué me duele el corazón: será porque estoy lejos de ti, muy lejos.