miércoles, 27 de julio de 2011

27/07/2011 - 12:30 am.

Somos sensibles a lo que nos acontece. Sea un pequeño suceso, un detalle mal visto o una astucia olvidada, estamos predispuestos a aceptarlos como importantes, parte de una maquinaria que nos hace seguir andando. Los asimilamos como formulas necesarias para forjar el destino, obtener una respuesta a los acertijos y darle luz a los caminos más oscuros. Les damos las formas y significados que mejor nos convengan, escribir la esperanza que estamos tan necesitados desde siempre.

Tres frases pueden ser el inicio de un camino majestuoso. Tres números la fatalidad innecesaria. Solo debemos estar dispuestos a aceptar lo que el destino nos disponga en las trivialidades cotidianas.

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