...y tú déjame en paz.
otro ¡paf!
se acabó.
miércoles, 5 de agosto de 2009
Tierra en la cara
Siempre me he sorprendido al ver un gatito echándole tierrita a su mierda. ¡Sí! es muy chistoso ver al gatito (que puede ser un gato feo y flaco) arrastrándole la tierrita a su mierdecita. Como todo, este suceso me trae a la mente, nuevamente, el poemita de Luisito: Lo mejor que me sucedió fue haberte conocido.... . Déjame agregarle unas líneas más, Luis (felizmente estás muerto, para que no te vuelvas a morir al ver tremendo cambio): Lo mejor que me sucedió fue haberte conocido, perdido, olvidado y desechado; como la tierrita en la mierda.
Pero el gato sólo puede desenvolverse de esa manera... es algo natural al momento de tener una mierdecita adelante; lo hace por instinto. Así que uno ya sabe cuando un gatito tapa la mierda con la tierrita. Lamentablemente algunas veces uno se da cuenta cuando soltará la mierdecita. Pero bueno, más vale tarde que nunca.
Así que, si te desenvuelves de la forma que quieres y se desenvuelve de la forma que quiere, estoy seguro que alguna vez la tierrita y la mierda aparecerán, pues algunas respuestas de verdad son tremendas mierdas que no las tapan ni la mayor cantidad de tierra y menos un gato capaz de mover toda esa tierra. Entonces la mierda queda ahí, con mosquitas y todo, y se vuelve una tremenda tira cómica, de esas que no hacen llorar, sino reír; pero con una risa estruendosa, esa con voz y cuerpo, esas que el tiempo sabe controlar.
Sólo queda decir que hay una mierda bien enterrada bajo tierra, allí donde hay tierra subsuélica, ésa que sabe a petróleo, a minerales, a fósiles prehistóricos; la mierdecita descansa en el fondo hace mucho. Como para decir ¡plaf!... se acabó.
martes, 4 de agosto de 2009
Cortázar dixit.
Julio, nunca sabré si estas líneas serán ese pedazo de patada en el trasero que me haga olvidar consejos dolorosos y fuertes, que me hagan olvidar sillones toscos y miradas vacías. No sé si estas líneas me llevarán por caminos flexibles y amenos, o por duros y tristes:
"En realidad las cosas verdaderamente difíciles son otras distintas, todo lo que la gente cree poder hacer cada momento. Mirar, po ejemplo, o comprender a un cerdo o a un gato. Esas son las dificultades, las grandes dificultades".
Vivir con la mirada de un niño es jodido, Julio; pero al parecer supiste vivir con ello. Sólo espero yo poder convivir con ello.
Estruendos
Dime que nos veremos el sábado. Dímelo. Pero no lo digas con esa cara, dímelo con seriedad, con presteza, con ganas. Pero dímelo con intención de verme ese sábado, no de volada, no con ganas de terminar con esa escena, no con ganas de mandar todo a la mierda, tú que eres especialista en correrte de las situaciones difícil sólo con un: "nos vemos el sábado.
Y lo dices, con esa cara de mosca muerta. Te me caíste de cara y borraste el último recuerdo que quedó de todo.
Ahora miente que el sábado no puedes. Mienteme sobre el tiempo, explícame, oh conocedora del espacio y tiempo, que este último es cruel, que te amarra, que no te suelta, que no te deja desenvolverte como quisieras, que te seduce, te lleva a otros lados, a otras camas y te hace fingir el mismo gemido que conocí en cuartos pequeños y tristemente mentirosos, pertenecientes a un sueño. Miénteme que no podrás este sábado que cambiarás de voz, de cuerpo, de estruendo.
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