jueves, 30 de agosto de 2007

Terrible noche

Cuando la duda, la desilusión, quizás la incertidumbre, te abate, es imposible que vuelvas a ser el mismo. Por un lapso pequeño (que felizmente fue mi caso) o por un más extenso (que espero no me suceda).
Por ejemplo, la duda, la desilusión, y mucho incertidumbre, ocasionaron que una cierta noche, no pudiera dormir. Me levantaba a cada instante pensando en esa situación que, no miento, me hacía sufrir en demasía. Era (y es) un tema trascendente en mi vida, así que la noche se hizo más larga y la espera mucho más trágica. La cuestión era que todos esos sentimientos encontrados tendrían su fatal desenlace al día siguiente, a las 12 del mediodía.
Felizmente todo se aclaró, yo más tranquilo; y mi acompañante (perdóname) también sufrió del mismo modo. Tenía que despejarme esa duda tan hiriente para mí.
Varios días después me doy cuenta que esa charla, ese despeje de las dudas que me mataban, me ha ayudado mucho. Me siento más seguro, y mis sentimientos han llegado a un nivel en el que por primera vez, siento que puedo lograr algo con alguien. Algo más espiritual que material...
No sé cómo comprenderán este relato. Es excesivamente subjetivo. Y creo que nunca lo comprenderán porque no soltaré más...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

si lo sé. sé de que trata, y sé que sentiste! yo sentí lo mismo cuando te vi con ella! estamos parches jaja!

la dueña dijo...

estare en primera fila cuando hagas tu firma de libros

la dueña dijo...

hum se trata algo de celos ?
algo de miedo de perder a alguien aun sabiendo q te quiere?

presente dijo...

de una mujer dehecho
pero no cualquiera