miércoles, 23 de abril de 2008

A pesar de todo.

Caminamos muy separados para la ocasión. A pesar de todo, todavía tuviste el detalle de aceptar mi invitación. Trato por todos los medios de acercarme; pero tu rostro perdido en la acera, en el viento gélido, me devuelve a la realidad. Dos, tres minutos y tú apenas me diriges una mirada sobría y reseca, mueves los labios, te detienes; yo, confundido me detengo emulándote, me acerco, pensando en algún final de novela. Me tomas de las manos y te alejas poco a poco, mientras mi rostro se descompone. A pesar de todo me susurras, y la distancia apenas y nos separa.

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