miércoles, 30 de abril de 2008

Resplandor de una diamante demente (parte 2)

Y apenas y te conocía. Jugabas con la tierra y te la embarrabas en el rostro, mientras yo te miraba creando en mi mente imágenes que pronto serían tuyas. Cogías la tierra y lentamente la ponías en tu boca. Reía intensamente y corría detrás del árbol, mientras sacaba el puñal de mi padre y escribía una canción: "recuerdas cuando eras pequeño, brillabas como el sol". Me contagiaba de tu locura. Corríamos detrás del balón; recuerdo que caíste, me miraste... y tendría esa mirada incrustada en el corazón hasta el día de tu muerte.

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