Hoy jugaremos a reclutar. Rodriguez, usted búsqueme un par de risas inútiles; de esas que puedes guardar en el bolsillo. Nada abrumador, algo simple, que podamos mantener pegados al rostro.
Díaz, usted me encuentra como sea un sentimiento pesado, tortuoso, al borde del absurdo. No piense en la dificultad de la enmienda, sino en el goce del resultado. No se complique con el posible trabajo, más bien con lo reconfortante del final: Nunca verá un sufrimiento peor que el que consiga, ni el suyo será comparable al dolor que le estoy pidiendo a usted.
Marcial. Usted tiene la tarea más ardua... Necesito un corazón. Pero no cualquier tipo. Necesito uno con grupo sanguineo B+, rojo sangre, que dé, cronométricamente, 120 segundos por latido. Que sea tamaño de este puño, ¿lo ve? del tamaño de mi puño, nada más ni nada menos.
Ah... y finalmente. Asegúrense que cuando se presenten ante mí, cada uno de ustedes tenga el pedido listo para mostrármelo. Sería una pérdida de tiempo ver las partes antes que el patético todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario