domingo, 17 de abril de 2011

Refugio

Tonto, tonto, tonto, las palabras que resuenan como sus pasos, plaf, tonto, plaf, tonto. Cinco soles en el bolsillo, la camisa rosa en pulcritud aún dentro del pantalón. No pienso regresar a casa, y el camino que adquiere otro matiz, otra posibilidad. Qué extraño es sentir tantas personas por la calle justo a esta hora, tantos ojos siguiéndolo como sabiendo de sus desgracia, haciéndole recordar el momento exacto de su insensatez. Cinco soles, no vuelvo a casa, la camisa rota, no tengo la cara para contarlo... los ojos, los pasos, refugio, luces de neón, música sugerente, personas perdidas en el juego, tan perdidas como él... refugio.

Parecía que todo cambiaba con la sirena sobre su cabeza, los colores que lo bañaban en una suerte mejor, los ojos que lo perciben con envidia, los rostros de admiración, gané, gané, y sus cinco soles que ahora tienen tres ceros a la derecha.

El camino adquiere otro matiz, le da otra posibilidad. Es extraño sentir que hay tantas personas en la calle, tantos ojos siguiéndolo, haciéndole saber de su desgracia. 5000 soles en el bolsillo, la camisa rota en pulcritud aún dentro del pantalón y los ojos lo siguen viendo con la desgracia a cuestas, con la insensatez en el bolsillo, plaf, plaf, plaf, pasos, tonto, tonto, tonto, las palabras resuenan, plaf, tonto, plaf, tonto, ojos, puente, refugio, puente, refugio... plaaaaaaaaaaaaaaaaffff

Tonto.

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