sábado, 18 de noviembre de 2006

Un campeón olvidado

Siempre supe que en mi familia habría algo de “loco” y no lo digo por mí, que de esta última generación de hijos, he sido el de más ideas descabelladas y fuera de lugar ha tenido, si no que viene por parte de los familiares más adultos. Ahí está mi viejo, que se cree el hombre más macho y sabio del mundo; o mi tío, que se muere si no esta por lo menos con una mujer diferente cada noche. Pero la historia más sorprendente y además fantástica, es la de mi abuelo. Una persona pensativa, de mirada solitaria pero de acento locuaz, muy extrovertido al momento de contar los sucesos más transcendentales de su vida. Uno de ellos fue el que más me entretuvo y con el que más me reía por la mentira bien confeccionada que había de contarme.

Una vez caminando por la sala me encontré con él, me llamó para lo de siempre: contarme una historia, pero esta vez sospeche mal... me dijo que le diera la mano, al preguntar cual era el motivo, me contestó que quería desafiarme a una partida de “gallito”. “Mi abuelo debe estar fuera de sus cabales” pensé y no quise sacarlo de quicio ya que no quería tener un mal rato y accedí a jugar con él. Le gané los 2 juegos que tuvimos, pero estos fueron muy prolongados. A pesar de la edad, me era imposible seguirle el paso. “El campeón esta fuera de forma, si sólo estuviera como en mis buenos tiempos”.

“¿El campeón? –pensé- Mi abuelo se encuentra en las ultimas”. Para entretenerlo un momento le pregunté que era lo que trataba de decirme con lo de “campeón”. “Yo he sido campeón mundial de gallito”. En ese instante traté de contenerme pero no pude parar de reír. Mientras volvía a serenarme, mi abuelo me comentaba que aprendió el juego de gallito por su padre y que combatían muy a menudo. Fue ahí cuando mi abuelo comenzó a tomar en serio el juego. Todo se inicio en su escuela. Participaba con todo aquel que quería enfrentarse a él. Fueron sus años de preparación. Ya en la universidad, mientras estudiaba Sociología, cuando comenzó a luchar para lograr que el gallito se oficializara como deporte. Al lograrlo fue el representante de su universidad y participó en distintos torneos sudamericanos, siendo campeón y viajando a China por el campeonato mundial, el cual ganó con mucha dificultad (3 a 2).

Después siguió compitiendo en juegos de exhibición, hasta que el juego desapareció tal y como llegó, sin causar revuelo.

Al salir de la habitación en la que estaba con mi abuelo no puede contener la admiración que le tenía a ese sujeto por la inventiva que poseía para crear esas clases de historias tan magníficas y a la vez muy divertidas. Pasé por su cuarto y me puse como loco al descubrir un trofeo al lado de una foto muy antigua. En el trofeo se leía: “Al primer campeón de gallito mundial” y en la foto estaba mi abuelo, muy joven recibiendo el trofeo de un chino que miraba directamente a la lente de la cámara y tenía una risa burlona. Burlándose de mí como si supiera que yo pensaba mentiroso y desquiciado al campeón mundial de gallito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

BUENO pxz yo OPinO q estE cuenTO lo VI en OTRA parte ¿? ja Pero ES reFLEXivo POR q SE nota q SaBES REdacTAR JA Y moISES ? bueno PXS SI fuera PROfe te poNDRIA -20 JA mentira_________ OE TRABaja Pxz ESAS barBA la TIENE por LAS webAZX pxsz DEberIAN ser DE expERENcia PERO es pARa GUARDar EL CIGArro Y EL plaGEO de LOS exam .CDT TIO JAAAA