2+2
me da 5
Veo que
las cuentas
con respecto a ti
no cuadran.
Dos adioses
dos holas
tres sonrisas
cuatro conversaciones
no son suficientes
para pensar
en ti
como quisiera.
Los dedos
siempre sobran y
los cálculos
son inútiles
Contigo nada es
cuadriculado
Menos
probable
y peor aún
predecible.
La suma no
coincide
Verficar que
entre tú y yo
puede dar
de resultado
un 5
es de las cuestiones
más difíciles
de constatar
diariamente.
23 comentarios:
facil q 5 es 7 - 2. saludos
Qué les cuesta poner el nombrecito de firma abajo de su comentario. No me gustan los anónimos. No me gusta no saber a quién le escribo.
Saludos.
Seeee... sí sé quién escribe... una persona que se quiere dar de misterioso. Tal vez MEC (¿?) me dirá quién es...
Misteriosa... a ver si pones el nombre para saber con quién hablo. Depende de quién sea cambia el tono de voz (o de palabras, temas, etc, etc)
Ches, andas informada de mis tristes manifestaciones. (que están ahí por todos lados, así que no es nada extraño) Para quién crees que va esa frase? Me dirás quién eres?
Mmmm, sipues, tienes razón. Al final si estuve contigo (¿?) o estuviste conmigo (¿?) no vale más que un triste comentario en anónimo.
Al final somos anónimos, tú, yo y lo que fue de ambos.
Saludos, anónimo. Y no te escondas siempre en el anónimato. A veces es bueno hablar las cosas de frente. Verás que se dicen mayores cosas interesantes y aleccionadoras.
Siempre la culpa al otro es lo más fácil para no reconocer errores. Por qué no aleccionadoras? Hasta ahora recuerdo tu orgullo; me da pena que no sepas reconocer los errores.
y completo: anónimo hasta para no decir las cosas de frente, como fue el final de la historia.
¿Te frené? ¿Cómo lo hice? Intentar quemar lo último que podía tener de esperanza fue frenarte? Acaso no merecía una explicación cara a cara? Acaso no debimos decirnos las cosas fuera de teléfono, correo o cualquier otro medio?
Mi error tal vez fue intentar lo último que podía hacer en ese momento sin tomarlo como una freno para ti.
Y no crees que lo mejor para todxs era que me lo digas de frente y sin asco? No me habías dicho mil veces que cuando todo acabara me lo dirías en la cara? Sabes, alguna vez tú me dijiste cobarde. Esa vez supe que no era yo el cobarde, que la que jugó mal -lamentablemente- al final, fuiste tú. Y no es lo que hiciste luego, sino la forma como terminó lo nuestro.
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