sábado, 30 de agosto de 2008

30 de Agosto (11:31 pm.)

Hoy todo mi día le perteneció a Leticia. Hoy todos mis besos fueron rodeando sus labios, su lengua, su cuello y casi sus senos; pero la película estaba demasiado interesante como para perderme algún segundo. La amo (ya no me da vergüenza decir esto, más bien me siento orgulloso), y cuando me aleje de ella será como morir sin derramar sangre, sin funeral, sin ataúd. Pero ella me repitió en toda la tarde que también me amaba y de alguna u otra manera alargó el letargo que se formaba en mis pensamientos.
Una película de amor en su casa (la poesía es la forma de expresarse más perfecta, aprender a comunicarse con el alma), luego una pequeña salida un inmenso centro comercial... (me muerdo la lengua antes de meter teoría sociológica y explayarme) y besos, abrazos que primaron en el melancólico adiós...

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