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viernes, 20 de febrero de 2009

A prueba de balas.

Busco un corazón a prueba de balas, que reciba con maestría los mejores golpes y no sufra después de unos minutos. Quiero un corazón que se ría de todo, que vaya y vuelva sin sentir el menor remordimiento. Que venga incorporado con su chaleco antibalas, con su casco policial y con su SOAT, con su seguro incondicional para cualquier situación peligrosa.

Que tenga años de experiencia, que no se rinda a la menor sonrisa, al polifacético te amo, a un abrazo de lástima, a una mirada hipócrita, a un beso sin sentido. Que sepa todo sobre la inteligencia emocional, que piense y sienta mejor que yo, que cada cuchillo rebote en su pecho y siga viviendo como si ayer le hubiera pasado la mejor de las maravillas.

Busco un corazón que no sufra, que no se muera al irse el gran amor.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Un torrente de mí mismo

No sé qué hacer para impedir que los suspiros se vayan con el viento, recoger de la acera, guardarlos de a pocos en mi bolsillo, apretujarlos para que entren todos, para sentirme igual mañana, o no tan lejos, en la noche.

Los descubro y los coloco dentro de una caja, capaces de escaparse y decirme que la vida, mi vida, está llena se suspiros, de lágrimas, de corazones rotos, de cara deforme por la tristeza, de almohadas mojadas, de gritos sin sonidos, de adióses sin holas.

Los recojo nuevamente, la caja parece llena, pero cada día un suspiro me abandona, y se recuesta en lo más profundo de mi corazón.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Tráfico

El estúpido taxi se para frente a la estación. El aliento sube a ella, llévame al corazón. El chofer se da cuenta que no es un aliento, es un suspiro; esos que nacen de una supuesta ilusión, de una falso nuevop amor. Pisa el acelerador y a toda carrera se mete a ese túnel llamado Boca.
En el túnel la Boca no se puede ir a más de 90 km. por hora. La altura máxima es de 35 centimetros. El taxi va rápido y el aliento-suspiro se inpacienta. Llegan a una trifurcación; toman la ruta del medio. Siguen de frente mientras el taxista coloca una pequeña melodía.
De la nada se detiene. Señor, no se puede avanzar. Dicen que hay algo, una construcción por un cumbre internacional. El corazón está fuera de servicio ahora. Cómo es posible, reclama el aliento-suspiro.
Sale desesperado del coche, gritando, suspirando. Viene un policía. Lo siento, se está construyendo una gran ceremonia, no puede ingresar. El aliento-suspiro se impaciente más. Lo siento, se está contruyendo un sentimiento en el corazón. Cuando un sentimiento se construye o parace en el corazón, no hay nada que hacer.
El aliento se conviertio en un activista en contra de tal cumbre, pero sólo pudo conseguir al taxista, que lo seguía queriendo que le pague la carrera.