viernes, 13 de junio de 2008

La roca amiga

Tropecé con ella como a las 2 de la tarde, a pesar de esquivarla no controlé el paso, el peso, el pelo y caí de bruces en la acera cálida por el viento homogéneo. Me miró iniciando una guerra pendiente entre nosotros desde hace algunos minutos. Traté de recorje pero estaba tan pegada al suelo que tuve que dejarla seguri cayendo. Era un roca pesada.

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