lunes, 28 de julio de 2008

Aprendí a volar

Cuatro dedos de ángel.

Dos plumas de loro de jaula barata y capitalina.

Una sonrie hiriente.

Un sueño penetrante.

Tres cigarros, y por si acaso un anudado de...

Doce almohadas.

Tu corazón...

No hay comentarios: