sábado, 13 de marzo de 2010

En mi cabeza (aún en borrador)

Ayer la volví a recordar. Era un viernes de complicado otoño que aún no deja de brillar, que se inmiscuye entre mis ojos sin decir adiós. Me pareció verla a lo lejos, más allá de la ventana del micro que me cierra el paso. No pude verle el rostro, pero parecía ella, con el cabello caramelo y largo, casi hasta la mitad de su espalda. El vehículo no me dio tregua, avanzó sin darme un suspiro para verle el rostro. Cuando ya se perdía entre la multitud pude verle los ojos y no encontré ningún residuo de nuestro amor. No era ella. Ahí la recordé, y no pude dormir en tres noches seguidas, recordando historias que ahora no son más que figuritas pegadas en viejos álbumes para niños.

Era extraño recordarla tan fácilmente y con tanta intensidad. Mi vida no estaba rodeada de objetos que poseyeran su presencia insertada. Siempre me dijo que sostener rituales que nos pertenecieran y guardar objetos que tuvieran un significado para nuestra relación era una práctica sin sentido. Era cierto: fueron creados cuando ambos podíamos verificar que su significado era válido para ambos, que eran pruebas de verdad innegable, historias que se harían sucederían obligatoriamente en algún punto de nuestra vida juntos. No servían para nada cuando ella decidió irse. También dejé que se vayan los vestigios de aquel amor que ya no me pertenece.

Así que la recordaba de pequeños detalles, de tontas conversaciones o de intentos por tratar de vivir desordenadamente. El bar Ulises era el lugar donde siempre la recordaba a pesar que nunca la llevé. Sentado en la barra podía conversar con Ramón o con Mauricio, pero siempre terminaba pensado en ella mientras los chicos hablaban de libros o mujeres. Toño solía servirme sin permiso un vaso de cerveza y una que otra vez un tequila que me dejaba lerdo y con la imposibilidad de aguantarme más las ganas de no recordarla.

Esa noche llegué al Ulises con la intención de pasarla bien. Ver a aquella mujer que se parecía a ella me reanimó y esa era la señal de necesitaba para olvidarla sin más pesadumbres. Ramón y Mauricio ya estaban en las barras, conversando lo de siempre. La noche avanzó sin impedimentos, y las jarras de cerveza a aparecían sin piedad. No recuerdo en qué momento comencé a recordarla y la imaginaba al lado de Ramón y Mauricio, conversando de lo lindo sobre política y coyuntura que siempre me obligaba a llevármela a un hotel donde pudiéramos ser ella y yo, los que realmente éramos. Ramón me cogió del hombro, ¿qué pasa, hombre? Hace rato que te veo en las mismas… ¿no me digas que sigues pensando en…? Mauricio rió con demasiada mala intención. Me levanté y le di un golpe en plena cara que tumbó toda la mesa.

Recuerdo que un gigante me lanzaba del bar Ulises y Ramón agarraba a una mancha que no podía distinguir. La mancha se llegó a soltar y cayó sobre mí, cogiéndome del cuello; Mauricio me recibió con un golpe en la cara, ¿ya te cansaste de llorar por una mujer que no conoces, que nunca conociste y jamás conocerás? ¿Quién te entiende? Sufres por una mujer que nunca existió. Y se fue. Ramón gritaba que por la culpa de ambos jamás volverían a entrar juntos al Ulises. Se me acercó, oye, ya párala… tú bien sabes que…, se calló, sabía que era una pérdida de tiempo hacerme entender. Paró un taxi y me ayudó a subir. Llegué a casa con ganas de leer alguna de sus cartas; pero no tenía ninguna guardada en la caja de zapatos.

Hoy me pareció verla de nuevo. Salí de casa temprano para tomar desayuno, con la cabeza que me explotaba, , cuando vi el cabello caramelo pasar en la vereda del frente. Crucé como pude la pista y le toqué el hombro. Le vi los ojos con desesperación.

Disculpe –dije- mientras quitaba mis ojos de los suyos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

los recuerdos llegan así, arrasando con todo..

Anónimo dijo...

cuando me recordatas a mi, jajaja
amigooooooo esta bueno,como todo lo que escribes, pero me gustaria algo con mas accion, ya sabes armar tu estilo , una historia!!
te kiero!!! myyyyyyyy loveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
aun ke trates mal

saludzzzzzzzz