jueves, 17 de marzo de 2011

Misivas 4

Billy The Kid:

Al final tu plan no funcionó. Te dije: ella siempre buscará encarnadamente dónde su pelvis se acomode perfecta; y sabes que la búsquedas son esfuerzos latentes, a veces eternos. Así que irá moviendo la pelvis hasta que 'fix'! Es una ardua tarea, no lo discuto, pero te dije Billy, no me hagas caer nuevamente en el juego.

Sin embargo tenías que mostrarme la página de tu viejo poemario. Esa nefasta página que tiene recuerdos en cada letra, cada palabra, cada verso, cada saliva que intercambiaba con ella (no, ya no el ph). Tú y tu bata blanca, tú y tu estetoscopio, tú y tus plumones y papeles y la letra horrible pero animosa ahí presente para empujarme a pensarla. No hables más, Luchito, déjame ser quien soy: el tonto de las mil novelas de amor y una noche.

Al menos sé que te tengo en alguna parte de mí, que floreces cuando un poema debo de dedicar a alguna muchacha candorosa (de cabellos de resorte que últimamente me sofocan). Lo único que sé y que no me dijiste, es que esa chansour d' amor no sonará nunca como antes... ahora mejor.

Ramón.

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