miércoles, 18 de marzo de 2009

Desvarío: Cazador de nubes

Voy por la ciudad cazando nubes. Algunas más blancas que otras, con más cuerpo y estilo. Voy por la vida cazando nubes que me den un poco de tiempo para malgastar.

La gran red parece caerse de mi espalda, el instrumento de mi desvarío diario, importante para semejante tarea. Primero coloco el anzuelo: una pequeña gota de lluvia que concentre la atención de las nubes más inexpertas. Luego, con un poco de suerte, espero que alguna baje casi al ras del suelo; es ahí donde dejo caer la gran red sobre la nube.

Las coloco en la cesta. Trato de no combinar las blancas de las grises o el desorden que se ocasionaría, llegaría a casa mojado por la lluvia que saldría de las cestas. Algunas se mueven intentando salir; les canto alguna canción de cuna (a las blancas), a las grises alguna rola de Pink Floyd o una de Led Zeppelin. A las blancas de vez en cuando les canto algo de The Beatles, siempre supe que eran demasiado pop.

Al final llego feliz a casa y las suelto para que se acomoden en el triste cielo de Chorrillos.

1 comentario:

Melissa Alighieri Vallejo dijo...

0o0o0 wow...ps si tiens razon...akellas nubes q vemos en el parke....dan un suspiro d tristesa y melancolia pero si lo piensas bn la snubes t relajan y esa melancolia pasa ati pero sabesq jue bueno