martes, 23 de junio de 2009

Comodín

Ramón se encontró un carta en el centro de una mesa. Diametralmente colocada, pareciera que fue puesta con alguna regla especial super precisa. La cogió por el simple hecho de ser un jóker, justo el blanco y negro, que se adecua a su vida pueril y subjetiva, mismo calco que las películas de Charles Chaplin, o de esas películas de bajo presupuesto que no tuvieron ni para ponerle cargas con tinta de colores a sus cámaras de grabación.
La figura del jóker le pareció divertida. Ramón hacía unas muecas tratando de imitar la imagen del bufón y algunas formas que incitaban a las risas y burlas de los que pasaban por ahí. Luego de tanto tonteo, Ramón reflexionó: ese pequeño bufón, el tan famoso comodín, compartía cierta conexión con él. Ambos servían para completar esa cosa que falta, esa carta que se necesita por un momento y que después puede tomar cualquier valor que se requiera.
Comodín se dijo a sí mismo. Tomó la carta y la guardó como señal de que se puede escribir de cualquier estupidez.

1 comentario:

Melissa Alighieri Vallejo dijo...

el comodin eh? vaia tema....ramon tiene razon, si la gente se burla es porque lo que esta haciendo ramon es tan real como lo que hace el comodin no es asi?....esta bn xvr ! tu cuando no samico funky!... xD!! ta bn