sábado, 27 de junio de 2009

Desapercibido

Me encontré contigo ayer por la tarde. Llovía y tú estabas cabizbajo, un poco triste, a penas y notaste mi presencia. Me saludaste sin ganas, prendiste un cigarrillos, me convidaste uno, y comentamos lo horrible que estuve la presentación. Ni siquiera tomaste la atención debida; ni a la presentación ni a mi disertación. Desde hacía horas que te había notado en la parte delantera del teatro; no mirabas la presentación, sólo el suelo o a los lados. La salir no te despediste de nadie, ni los habías visto; cuando me acerqué a saludarte me miraste confundido. Me diste la mano entre sorprendido y desinteresado; no hablaste mucho. Al acabar tu cigarrillo supe que tenía que marcharme, que de alguna u otra manera estaba boicoteando tu plan.
Hoy en la mañana me enteré de tu muerte. Como siempre pasaste desapercibido para todos.

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