viernes, 10 de octubre de 2008

10 de octubre (6:08 pm.)

Hoy escribiré por dos o tres días en los cuales el consumo de tiempo y la pérdida de sentido han primado en estos días.
Pues de hedonista no tengo nada (apenas un par de placeres que no cabe mencionar para no generar ideas perturbadoras de mis lectores), pues el sufrimiento es la piedra angular de mi alejamiento a los escritos en este diario apócrifo. Una semana terrible, lleno de deberes y tareas que uno debe presentar para sentirse superior y ya creerse profesional. Hoja tras hoja, lectura tras lectura, tecleada más tecleada, mi vida esta semana ha estado ligado a Teoría Sociológica, política fiscales, planificación operativa, formulación de proyectos, gestión empresarial, investigación cualitativa. Significancias y valoraciones estructurados en un syllabus de universidad nacional...
Pero para continuar con temas mejores. Concluí satisfactoriamente con Historia universal de la infamia del gran Borges. Conclusiones: Buenas historias, como siempre J.L. utilizando narraciones que existen en diversos países, sólo dándoles una forma más comestible y divertida, sin quitarle su sentido alegórico e histórico. Muy recomendable a los fanáticos de los archienemigos infames.
Luego comencé con un libro de cuentos de un escritor peruano, que de joven se adjudicó muchos premios. El libro se llama Osaím Baba. Cimarrón. De Cronwell Jara. A los días tuve que suspender su lectura, para evocarme en uno de mis paradigma: Cortázar y Rayuela. El libro anteriormente nombrado será relegado no sé por cuánto tiempo.

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