martes, 8 de junio de 2010

En este momento...

Comencé... a recordarte. Me gusta esa imagen de bajar un poco mi cabeza para verte y tú subiendo tu cabeza para verme. Recuerdo el color cobrizo de tu piel, el cabello cayendo por el lado derecho de tu rostro. Tus maneras, tus manos, tus gestos, tus ojos brillantes por el cansancio, por el alcohol, de tu caminar distantes; viéndote, siguiendote con la mirada para que no caigas.

Desperté... y no recuerdo tu voz. No recuerdo que hayas dicho mi nombre... no recuerdo que hayas dicho, sí, también...

Y ahí quedó todo. Lo demás es un paseo inmoral por la virtualidad, esa que nos miente y que juega conmigo a tenerte.

No hay comentarios: