miércoles, 3 de septiembre de 2008

3 de stiembre (10:25 pm.)

Por fin actualizo mi biblioteca personal: Herman Hesse y su Lobo estepario, y uno de mis ejemplos a seguir, Borges, con El informe de Brodie. Ya hace mucho que no compraba libros y me he alegrado en demasía llevarme estos dos ejemplares en la mochila, deseando que me llegue más dinero para obtener más y más ediciones.

Y es que aquí obtener libros es como sacarse un ojo de la cara (que metáfora tan vetusta), y con el fin de no comprar piratas (que abundan, pero mi biblioteca debe tener las mejores ediciones) debo recurrir a los originales, en el boulevard de la cultura Quilca, donde se encuentra de todo, con lo único malo que los precios son absurdos y que no se puede robar ningún ejemplar (los vendedores se protegen entre ellos creando una vigilancia masiva entre ellos).

Siempre he tratado de robar libros en Quilca, pero la posibilidad de atraparme y ganarme el reprobo de los vendedores como que me cohiben de realizar este acto lejano a lo correcto. Por ahora sólo me queda seguir comprando hasta que aprenda las mañas necesarias para salir ileso de estas ideas descabelladas.

No hay comentarios: