lunes, 22 de septiembre de 2008

22 de setiembre (7: 40 pm.)

Registro mis vivencias temprano pues estuve haciendo unas tareas y aproveché el momento. Escuchando un híbrido de blues, jazz, rock; eso a que le llaman progresivo. Mientras trato de narrar lo poco que me pasó hoy.
Como planeé ayer, fui en busca en algunos libros que rellenaran mis biblioteca personal. Me parece absurdo en algún país los libros estén tan caros. Ya uno no puede disfrutar de un libro, de gran calidad y presentación sin tener más de 30 soles en el bolsillo. Hice todo lo que pude: Un viejo librillo de "supuestos" Cuentos completos de Alejo Carpentier. Más tarde un compañero me hablaría de un cuento de Alejo que no estaba en esta supuesta colección completa. Mediana decepción. Precio: 9 soles. Estado: viejo, hojas amarillas, pero en bueno, sin heridas. Edición: Popular, portada simple.
Luego la búsqueda del tesoro. Lo que lo que el coloquio llama suerte; en ciencia, probabilidad. Buscar al tal Kundera, espero no ensartarme como lo hice el año pasado comprándome esos peruanos que de escritores son buenos peruanos. Encontré versiones de altos precios (superaban los 27 soles y sólo me quedaba 21). Estuve a punto de rendirme, pero llegué al último puesto, el de mi casero.
-Buenas maestro -decía ya buscando otro libro-. Tendrá por si acaso La insoportable levedad de ser de Kundera.
-Sí lo tengo, espérame un rato.
-Pero, ¿cuánto está...
Y salió corriendo a mostrarme el libro. 18 soles, me dijo. Vi la edición, una de las mejores. Lo observé bien tratando de sacarle el truco a esta venta. En la parte de atrás mostraba una mancha, tal vez mojado con café, tenía las hojas y la portada de atrás arrugada, y algunas hojas de adentro pegadas levemente por el líquido. De ahí todo bien. Me lo llevo, dije sin chistar. La suerte me siguió desde que entra a Quilca. Precio: 18 soles. Estado: Manchado en algunas partes de la final del libro, contra portada un poco arrugada, por lo demás, OK. Edición: Perfecta, de esas que parecen un rompecabezas.
En resumen. Hay que buscar bien en Quilca, y si no tienes plata, ándate a la vuelta, en Jirón Camaná, siempre hay algo para el bolsillo.

No hay comentarios: