miércoles, 26 de agosto de 2009

Ramón y sus debacles

Cuando Ramón aparece tras bambalinas siente la incontrolable necesidad de agarrarse de algo, o de sostenerlo, pensando de que le caerá encima, de que perderá el conocimiento y estará nuevamente en ridículo. Bueno, pensar que esto no le sucede con cotidianidad es un absurdo: le sucede todos los días.

Y es que todos los días busca esconderse de lo que siente. Se apretuja contra la silla y se deja llevar por los sentimientos satíricos e idealistas; vuelve a agarrarse de cualquier cosa cerca (incluso de alguna compañera cercana) y espera, valiente, que todo le caiga encima... paf, auch... se acabó.

Más difícil es cuando ella te mira y tu vuelvas al ridículo. Mañana pasará, digo; pero Ramón sabe que no, que mañana será aún más jodido... y que al final de la noche todo caerá y caerá. Como siempre.

No hay comentarios: