martes, 18 de agosto de 2009

Te veo partir

Dímelo con sonrisas. Te miro con impaciencia, entre las cabezas enterradas justo delante tuyo y mío; te miro a los ojos lejanos y me respondes con miradas se soslayo, de esas que preocupan, mienten o sonrojan. A mí me sonrojan, porque me quedas mirando y no sé qué hacer, si seguir mirándote o quedar perplejo por siempre. A mí me mienten porque sé que esa mirada no es para mí, que sólo será un momento y luego serán de otro. A mí me preocupa porque poco a poco estoy volviendo a caer.

Y me lo dices con sonrisas, esa que mira con inquietud, que sólo a mí me destruye y paf, otro Ramón temblequeante en la silla, mientras tú te paseas a mi alrededor y me cuentas hasta 10, y yo cierro los ojos para encontrarte en mis pensamiento. Lo peor es que si estás... está ahí.

Tienes frío y quiero abrigarte, tienes hambre y quiero cantarte, tienes calor y quiero inquietarte. Estás ahí y quiero decirte que no aguanto escribir tonterías si no sabes que son para ti; decirte que cada momento deseo olvidarte y tenerte como una foto en el baúl de los recuerdo. Lo único que puedo hacer por el momento es escuchar tu adiós, que se acerca y me da un beso. Adiós, acompañado con el viento en un susurro hacia mis oídos.

Y te veo partir.

No hay comentarios: