miércoles, 20 de enero de 2010

Desconocido

Hoy volví a las clases de inglés y parecçian siglos que no veía esos rostros apacibles y esas frases que retumban a cada repetición, con buena pronunciación, con decisión e intención. Vi a los chicos y chicas, a las profesora, a las letras en la pizarra y mis libros en blanco de ausencias consentidas y los seguí en el canto repetivo y mecánico.

Veía los rostros y las letras y parecían años, siglos. Me sentía nuevamente nuevo, como la primera clase, como el chico indeseado y molesto que lo botan a la esquina, con temores y molestias impresa en su rostro.

Pero todo pasó al minuto.

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