sábado, 9 de enero de 2010

Desvaríos: Baja policía

Encontré trabajo en la municipalidad de Chorrillos, apoyando a la Baja Policía. Me gustó el nombre y acepté el trabajo, hasta que me di cuenta que era eso de recoger la basura y demás. No me molestó y acepté el trabajo.

Lo que me gusta de este trabajo es que es de noche y el sol no jode en situaciones difíciles y carreras amenzantes. Voy colgado al patrullero gigante de la Baja Policía, viendo restos de sueños y esperanzas en las esquinas; de amores no correspondidos y ilusiones marcadas en papeles con crayones. Los encuentro en bolsas lanzadas desde puertas, o en puntos de acopio con deseos y sueños a montones.

Cargos todo y lo lanzo a carro recolector. Siempre hay veces que encuentro algún deseo que me guste o un sueño entretenido y los guardo. En otras, hay amores de otros que me atraen y trato de buscarlos para comenzar algo; pero me doy cuenta de que yo también podría caer en otro desamor, y tendría que lanzarlo yo mismo al camión de la Baja Policía.

Con quién no me meto es con las ilusiones. Ya con las mías son suficientes.

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