miércoles, 18 de agosto de 2010

Dándose cuenta

Me levanté. Creo que lo primero en hacer fue pensar en ti... o al menos eso creo. Realmente ya venía pensando en ti, soñaba contigo mientras despertaba y la mañana aún era noche, mi amanecer aún era despertarse, mis ganas de verte aún eran sueños. Tu sonrisa, tus cabellos sueltos al viento parecían inmiscuirse entre la realidad y la parsimonia mentira que nos juega el subconsciente. Sin darle tantas vueltas al asunto: fuiste lo primero que se me apareció en mi día.

Luego el celular, ver la hora, y también es ver si se me pasó un mensaje nocturno o una timbrada fugaz: cualquier manifestación que me haga fantasear por un momento que piensas en mí. Pero el celular sólo muestra las 6 de la mañana y todas mis penas reflejadas en su pantalla colorida. No me queda más que salir.

Ese es el pretexto para hablarte, para buscarte, para seguirte. Salgo y todo lo que veo y vivo es un pretexto ideal para transmitirlo: Mira, vi esto... oye me pasó lo otro. Cada situación, cada vicisitud tiene tatuado tu nombre que no me suelta, que amanece y duerme, que nace y muere, conmigo. Todo el día esperando una señal que jamás aparecerá, pero que contiene, inquietamente, una esperanza que quema abrazadora en mi pecho; que me conmueve, que me atesta un golpe directo al corazón.

Llega la noche. Las esperanzas ya no siguen en mi pecho. Palpitan en mis dedos, en mis pupilas oscuras de tanto disipar tu alma, en mis cabellos que se quiebran por tanto desorden. Es de noche, y tengo la maldita sensación que de ésta no te salvas, que caerás, como en torrente abnegado, a mis deseos, a mis locas ganas por sentirte mia... tan especial y espacial...

Pero no llegas... y me aguanto. Otra noche más que me tengo que tragar la jodida verdad que soy el otro.

1 comentario:

Unknown dijo...

Que tal?...me gustaria compartir un link con ustedes donde sale una historia entretenida ya que es una persona que se da cuenta de muchas cosas...justo el tema de este blog...disfrútenlo...
http://blogs.elcomercio.pe/ombligodelmundo/2007/10/la-cusquena.html